2019.04.29 Corea del Sur, Primer Registro (Parte 1)

Técnicamente el 28 de abril... Abordé el vuelo directo DL0171 de MSP (Minneapolis Saint Paul) a ICN (Icheon Seúl). Estaba eufórico, ya que el vuelo acababa de inaugurarse a principios de mes, yendo directamente desde mi ciudad natal hasta mi ciudad del alma... Seúl (bueno, Incheon técnicamente).
Como frecuente viajero de Delta, me habían actualizado por la mañana a un asiento de pasillo. Y luego me actualizaron a Delta Comfort PLUS (no estoy seguro de si el plus tiene alguna importancia), al abordar.

Canción que deberías escuchar mientras lees esto

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Hasta ahora, el viaje había sido impecable.
El vuelo fue impecablemente suave, con apenas baches (excepto los esperados sobre Rusia, China y Corea del Norte. Siempre hay baches allí). De hecho, recibí mis comidas vegetarianas especiales sin lácteos.

Lo cual es una rareza, ya que muchas veces las cosas se desvían en el proceso de emisión de billetes. Y tenía dos asientos para mí solo.

Lo único que quedaba era dormir.
Y no dormí.
Después de dos copas de vino espumoso y una de tinto, empecé a maldecir a mis padres por nuestra larga historia de fantástica tolerancia al alcohol. Temiendo que la azafata que me servía todas las bebidas empezara a juzgarme, lo dejé seis horas antes de llegar y disfruté de té verde y algunas películas.
Si te aburres en un avión, no temas. Aquí tienes algunas recomendaciones:
1. El regreso de Mary Poppins
Película fantástica. Gran retroceso. Voy a ser honesto, no presté mucha atención. Pero fue genial cuando lo hice y fantástico para el sonido de fondo.
2. Ralph rompe Internet
Aunque el principio es un poco flojo, realmente se intensifica en (de todas las cosas) una escena que contiene a todas las princesas de Disney. Me encontré sonriendo mientras Disney Pixar se burla de sus personajes más populares a lo largo de la historia.
3. Harry Potter y la piedra filosofal... Pero en coreano
No te arrepentirás.
4. Me siento guapa
Solo una elección aleatoria de películas, Amy Schumacher lo borda con esta toma hilarantemente torpe de eventos de la vida real que te deja sintiendo un poco más bella por dentro.

Me impaciento a medida que las horas se convierten en minutos, y de repente estamos poniendo las bandejas y los asientos en posición vertical. Casi tiemblo como un chihuahua feliz mientras envío los detalles de mi llegada a Mingyu por Kakaotalk. Habían pasado más de tres meses desde la última vez que vi a mi chico, y apenas podía esperar.
Caminé a toda velocidad por la aduana y la inmigración más rápido que cualquier corredor de velocidad olímpico de China que hayas visto. Hice una parada en el baño para refrescarme mientras esperaba mi equipaje.
Por cierto, si alguna vez necesitas desodorante pero no es accesible. Papel de cocina + jabón.
Todavía sin equipaje (y con traumas de guerra de la última vez) llamé a Mingyu para pasar el rato. Estaba esperando justo al otro lado de la pared. Se sentía como los años 80 en Berlín.
"Tu misión es encontrarme." Anunció.
"¿Dónde?"
"En el baño."
"Entonces no puedo encontrarte."
"En el baño de mujeres."
".... No puedes hacer eso."
"Entonces huiré de ti."

Finalmente llegaron mis maletas. Como si fueran dos hermanas gemelas naciendo. Las atrapé, entregué mis declaraciones de aduana y salí corriendo por las puertas.
Escaneé la multitud de amigos y familiares, buscando a sus contrapartes. Estaba confundido porque no lograba ver a mi novio con forma de Dorito (hombros anchos, cintura delgada).
Oh, Dios mío. Realmente se está escondiendo.
Giré a la derecha, continuando la búsqueda. De repente, salió este apuesto tipo de detrás de un cartel publicitario, con los brazos extendidos como Jesús en la segunda venida.
Las palabras me fallan y todo lo que puedo hacer es un chillido agudo mientras lo abrazo, elevándome por un momento mientras se tambalea hacia atrás y me atrapa.
Mis maletas, con su increíble suavidad en sus ruedas, se escapan por sí solas. Y tenemos que separarnos para rastrear las tres maletas. No puedo dejar de sonreír mientras vamos a la tienda para rellenar mi tarjeta T. Estoy eufórico de volver a usar el idioma. Pero es como saltar a una piscina fría con los dos pies primero.